El 5 de junio, el Centre Pompidou inauguró un experimento arquitectónico llamado Fun Palace en el Grand Palais de París. Inspirado en el icónico proyecto utópico del arquitecto canadiense Cedric Price, el espacio transforma el Grand Palais en un laboratorio vivo, donde el objetivo es experimentar nuevas formas de estar juntos e interactuar.

Bajo la cúpula de vidrio del le Grand Hall, una gran estructura textil de color rosado rompe con el entorno histórico, generando un contraste impactante. Esta instalación interactiva, diseñada por el dúo italiano Studio Ossidiana, replantea cómo nos reunimos, cómo compartimos y cómo la vida colectiva puede ser moldeada por el diseño que la rodea.

También, la artista Alice Bucknell, reconocida por sus exploraciones interactivas, presenta Nightcrawlers, un videojuego que interactúa con la arquitectura del Grand Palais. Por último, el filósofo Emanuele Coccia, responsable de la curadoria de esta edición, reflexiona sobre nuestra relación con lo colectivo a través del concepto de felicidad común.

El Fun Palace original, diseñado en 1960 por Price - en colaboración con la directora de teatro Joan Littlewood - es un referente icónico en la historia de la arquitectura. Aunque nunca se materializó, su propuesta radical - una estructura flexible, adaptable e interactiva, que creará una experiencia cultural abierta a la transformación constante- ha influido a muchas generaciones de arquitectos. Hoy en día, sigue siendo una referencia clave en la exploración de arquitecturas abiertas, participativas y centradas en el usuario.

Durante solo diez días, esta nueva versión del Fun Palace reúne una programación dinámica que convoca a todo tipo de personalidades. Cada jornada tendrá una temática que invita al público a explorar y convivir mediante experiencias colectivas, performances y diálogos.

FUN PALACE

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