La Arquitectura emocional de Goeritz

Mathias Goeritz nació en Alemania en 1915, pero se mudo a México a consecuencia de la guerra. Su obra fue clave en la modernización artística de México. Tras formarse como pintor autodidacta en Berlín y fundar la Escuela de Altamira en España. En 1952, en Ciudad de México, creó el Museo Experimental El Eco, una de sus obras más importantes y más emblemáticas de la arquitectura moderna latinoamericana. El “manifiesto de la arquitectura emocional” fue publicado junto a la inauguración del museo y describe los recorridos y las decisiones arquitectónicas de este. 

“EL ECO no quiere ser más que una expresión de éstas, aspirando —no tan conscientemente, sino casi automáticamente— a la integración plástica para causar al hombre moderno una máxima emoción.”

Mathias Goeritz Foto: Gaceta Unam

La arquitectura emocional surgió como un movimiento a mediados del siglo XX en México, como respuesta a la popular arquitectura funcional, con la intención de buscar la recuperación de la identidad mexicana. Mathias Goeritz, el principal impulsor de esta corriente en México, publicó el “Manifiesto de Arquitectura Emocional”, en el cual explica que existe una manera en que percibimos y habitamos dentro de los espacios, más allá de su funcionalidad, sino en las emociones que esa combinación de elemento provoca en los humanos. En el manifiesto Goeritz expresa que la arquitectura del momento pide a sus medios y materiales modernos, una elevación espiritual, es decir, que provoque una emoción similar a la que en su momento generaron las pirámides, los templos griegos, las catedrales románicas o góticas, e incluso los palacios barrocos.

Intersticio, VERTEBRAL | Propuesta para el Pabellón Eco 2023.

Imagen tomada de: eleco.unam.mx

El funcionalismo surgió como respuesta a la necesidad de construir espacios adaptados a las personas, defendiendo que los edificios deben diseñarse según su propósito. Le Corbusier y Mies van der Rohe impulsaron esta idea, eliminando la ornamentación y promoviendo formas puras. Aunque influyentes, sus ideales fueron duramente criticados, especialmente por contradecir las bases del diseño y la cultura latinoamericana, que esta llena de color, texturas y emocion. 

 Dibujo Ideográfico del Museo Experimental el Eco, 1952, Mathias Goeritz tinta sobre papel 26 x 21.6 cm

Imagen tomada de: eleco.unam.mx


Goeritz escribe en el manifiesto que; “persiste la impresión de que el arquitecto moderno a veces exagera —quizá por haber perdido el vínculo cercano con la comunidad—” criticando el efecto de la producción masiva en la arquitectura.

Siendo Mathias Goeritz y Luis Barragán dos de los grandes impulsores de esta nueva corriente, la arquitectura emocional toma en cuenta factores como el color, la iluminación y el agua, características que ponen a trabajar todos los sentidos en el ser humano para propiciar distintas sensaciones y emociones.

Mathias Goeritz y Luis Barragán Foto: Cultural Colectiva

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