Lápiz de Acero 2025
Mateo Perez Photography
Casa RS
Foto: Lápiz de Acero
En un país donde el diseño muchas veces ha sido invisibilizado o confundido con lujo innecesario, el Premio Lápiz de Acero lleva 26 años demostrando todo lo contrario: diseñar es pensar el mundo, resolver problemas y crear belleza en lo funcional. Este premio, el más importante del diseño en Colombia, no solo celebra la innovación, sino que también reconoce aquellas propuestas que dialogan con el contexto, la cultura y la identidad.
La edición 2025 del Premio Lápiz de Acero confirma que el diseño colombiano está en un momento de madurez creativa, donde la tradición se entrelaza con lo contemporáneo y la sostenibilidad es un principio, no una tendencia. Desde Tresefes, hicimos una curaduría especial de los nominados que más resonaron con nuestra visión: proyectos que trascienden la técnica para contar historias, rescatar oficios y proponer nuevas formas de habitar, comunicar y crear.
En el ámbito arquitectónico, destacan propuestas como La Hoja sobre el Cerro, diseñada por Alsar Atelier, una vivienda que está implantada sobre el paisaje montañoso, integrándose de manera orgánica al territorio. También sobresale Casa RS de OA+, una obra que difumina los límites entre interior y exterior a través de materiales honestos y un lenguaje contemporáneo. Ambas reflejan cómo la arquitectura puede ser un puente entre el entorno natural y la experiencia humana. Este respeto por el contexto también se evidencia en las intervenciones patrimoniales, donde proyectos como Casa Barro Negro de Cabida Arquitectura SAS y Casa Vitrales de ALINEA CONSTRUCCION Y PROYECTOS reinterpretan espacios históricos, combinando saberes ancestrales con soluciones actuales para devolverles vida y significado.
Casa Barro Negro
Foto: Lápiz de Acero
El espacio público, entendido como escenario de encuentro social, tuvo propuestas que apuestan por la integración y el bienestar colectivo. Bulevar de Oriente, desarrollado por Alcuadrado Arquitectos SAS, transforma la movilidad urbana en un acto de cohesión.
En el terreno del espacio efímero, el diseño se convirtió en una herramienta para sensibilizar y educar. El Pabellón de la Biodiversidad, una colaboración entre Alcuadrado Arquitectos SAS, GUARNIZO Y LIZARRALDE S.A.S y Eventique eventos boutique SAS, celebró la riqueza natural del país a través de una estructura modular y consciente. Por su parte, Bogotá y sus objetos, una instalación creada por Daniela Arias Manosalba de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, rindió homenaje a la memoria urbana resignificando elementos cotidianos en un espacio lúdico y reflexivo.
Casa Vitrales
Foto: Lápiz de Acero
Bulevar de Oriente
Foto: Lápiz de Acero
El diseño interior también brilló por su capacidad de transformar experiencias. Proyectos como Oficinas Atípicas de Basalto Studio cuestionaron los esquemas tradicionales de los espacios laborales, proponiendo ambientes flexibles y cargados de identidad, mientras que Tejo Turmequé, diseñado por Cabida Arquitectura SAS, reinterpreta la cultura popular colombiana en clave contemporánea. Por otro lado, Flow Centro de Felicidad, desarrollado por la Universidad del Sinú, demostró que el diseño puede ser un aliado del bienestar emocional, creando atmósferas pensadas para el equilibrio y la calma. En el ámbito residencial, Apartamento Usaca de Hs2e_Estudio de Arquitectura apostó por una estética cálida y funcional, donde cada detalle refuerza el sentido de pertenencia.
Pabellón de la Biodiversidad
Foto: Lápiz de Acero
Bogotá y sus objetos
Foto: Lápiz de Acero
Oficinas atípicas
Foto: Lápiz de Acero
Tejo Turmequé
Foto: Lápiz de Acero
FLOW Centro de la Felicidad
Foto: Lápiz de Acero
Apartamento Usaca
Foto: Lápiz de Acero
En las categorías gráficas y editoriales, el diseño narrativo tuvo un papel protagónico. La publicación Osses – De cero a cuatro mil ochocientos, diseñada por Toquica Estudio, combinó fotografía, geografía y gastronomía en un recorrido visual que celebra la diversidad colombiana. La identidad visual de Mistral, creada por Lip, destacó por capturar la esencia de lo orgánico con una estética sofisticada, mientras que Naipe Nativo para Johanna Ortiz, ilustrado por Juan Pablo Gomez Orjuela, llevó el diseño gráfico a un terreno lúdico, fusionando moda, cultura y patrimonio en cada carta de esta baraja.
Osses
Foto: Lápiz de Acero
Mistral
Foto: Lápiz de Acero
El diseño de vestuario y joyería reafirmó la importancia de las raíces y el trabajo artesanal. La colección Rosa Qué Linda Eres, de la diseñadora Faride Ramos para RAMOS TOSCANO SAS, presentó prendas que celebran la feminidad desde una perspectiva consciente y tradicional, mientras que Carmen, de Pilar Restrepo, ofreció piezas que evocan fuerza y delicadeza, conectando la tierra con la identidad femenina a través de formas orgánicas.
Naipe Nativo
Foto: Lápiz de Acero
Rosa que linda eres
Foto: Lápiz de Acero
Carmen
Foto: Lápiz de Acero
En cuanto al diseño de producto, la sostenibilidad y el valor del oficio fueron protagonistas. La Iggy Chair, creada por Oficio Arquitectos, demostró que es posible concebir mobiliario elegante y funcional respetando el medio ambiente, mientras que piezas como la Lámpara Origen de Reinhard Dienes Studio SAS y la colección Ondas de Diberma rescataron técnicas artesanales para dar vida a objetos contemporáneos cargados de significado cultural.
Iggy Chair
Foto: Lápiz de Acero
Lámpara Origen
Foto: Lápiz de Acero
Cada año, cientos de proyectos se postulan para demostrar que el buen diseño no es exclusivo de las grandes capitales del mundo, sino que también nace entre montañas, manglares, fábricas, estudios independientes y universidades locales. El Premio Lápiz de Acero no es solo un reconocimiento. Es una muestra anual de lo que somos y de lo que aspiramos a ser como cultura del diseño. Las categorías hablan de técnica, sí, pero también de visión, de identidad y de cómo entendemos nuestro lugar en el mundo.
Más que un premio, sigue siendo un termómetro que marca el pulso de un diseño colombiano diverso, valiente y en constante transformación. Y en esa transformación, celebramos a quienes, con cada proyecto, reafirman que diseñar en Colombia es crear desde la memoria, el contexto y la esperanza de un futuro más consciente.