De Cárceles, Iglesias y Modernidad: Cómo Bogotá Construyó sus Museos

Bogotá es una ciudad que cuenta historia en sus museos y los orígenes de estos espacios de arte y cultura. Algunos de estos espacios no solo albergan colecciones valiosas de arte e historia, sino que sus propios edificios cuentan relatos de transformaciones, resistencias y adaptaciones a lo largo del tiempo. Este recorrido nos lleva por cuatro museos emblemáticos: el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), el Museo Nacional de Colombia, el Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU) y el Museo Santa Clara, cada uno con su propio carácter arquitectónico y su papel en la construcción de la memoria cultural de la ciudad.

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Museo Nacional de Colombia: De Sede en Sede hasta el Panóptico

El Museo Nacional de Colombia es el más antiguo del país, fundado en 1823 por el primer Congreso de la República. La primera sede que ocupó fue la Antigua Casa Botánica, en la carrera 7ª con calle 8ª, hasta 1842. La casa fue demolida en la década de 1950 para la construcción de la Plaza de Armas de la casa presidencial.

A partir de 1842 hasta 1845, el museo estuvo ubicado en una de las salas de la Secretaría del Interior y de la Guerra, situada en lo que hoy es la calle 10 con carrera 9. De 1845 a 1913 ocupó el primer piso del edificio de Las Aulas junto a la Biblioteca Nacional. Allí se organizaron las secciones de Zoología y Mineralogía, bajo la presidencia de Tomás Cipriano de Mosquera. Este edificio, construido por Juan Bautista Coluchini, inicialmente albergó la Academia Javeriana (hoy Universidad Javeriana). En 1942 se convirtió en el Museo de Arte Colonial.

Entre 1913 y 1922, el museo funcionó en el Pasaje Rufino Cuervo, sobre el río San Francisco (hoy Avenida Jiménez), en una sede diseñada por el ingeniero Alejandro Manrique. Posteriormente, se trasladó al cuarto piso del edificio Pedro A. López, donde alcanzó un nivel notable de organización y exhibió colecciones en ocho salas hasta 1944.

En 1946, el Ministerio de Educación Nacional y la Comisión Organizadora de la IX Conferencia Panamericana decidieron establecer la sede permanente del Museo Nacional en la antigua Penitenciaría Central de Cundinamarca, conocida como "el Panóptico". Los presos fueron trasladados a la nueva cárcel de La Picota, al sur de la ciudad, y el museo comenzó una nueva etapa con la integración de las colecciones de Arqueología, Ciencias Naturales y Bellas Artes.

Diseñada por Thomas Reed en la década de 1850, la edificación panóptica permitía la vigilancia desde un punto central, y es un ejemplo notable de la arquitectura carcelaria. Su transformación en museo, liderada por Manuel de Vengoechea y Hernando Vargas Rubiano, conservó su esencia estructural mientras lo convertía en un espacio para la memoria cultural. Declarado Monumento Nacional en 1975, el edificio mantiene su sobriedad en piedra, mientras sus salas relatan la historia del país a través de objetos, arte y arqueología.

Imagenes tomadas de: Periodico El Tiempo “Museo Nacional - 200 años- guardando nuestra historia

Museo Santa Clara: El Legado Barroco de la Ciudad

El Museo Santa Clara es un testimonio vivo de la Bogotá colonial. Instalado en lo que fue la Iglesia del Real Monasterio de Santa Clara, su construcción comenzó en 1647 bajo el diseño de Matías de Santiago. Aunque el convento fue demolido en el siglo XX, la iglesia se conservó y fue convertida en museo en 1985.

Su arquitectura barroca deslumbra por su ornamentación. La nave única del templo, con una bóveda estrellada de más de mil elementos dorados, ofrece una atmósfera celestial. Las paredes, decoradas con pinturas coloniales de los siglos XVII y XVIII, y sus retablos tallados en madera, narran la devoción y estética de la época. Hoy, este patrimonio religioso se enriquece con exposiciones de arte contemporáneo que, por contraste, potencian el diálogo entre épocas y sensibilidades.

Imagen tomada de: “Un Museo Único en un aIglesia Colonial en la Histórica Bogotá”

En 2014, el museo enfrentó un momento decisivo que marcó un cambio en su identidad: una exposición temporal titulada ‘Mujeres ocultas’, de la artista María Eugenia Trujillo, fue censurada tras considerarse que sus obras atentaban contra la fe católica. El caso incluso llegó a la Corte Constitucional. Como consecuencia, el entonces Ministerio de Cultura decidió replantear el nombre del espacio, eliminando la palabra "iglesia" y nombrándolo oficialmente como Museo Santa Clara, con el objetivo de reforzar su rol como institución cultural enfocada en la conservación y difusión del patrimonio colonial.

Imagen tomada de: “Conoce el Museo Santa Clara en Bogotá”

MAMBO: La Modernidad en Ladrillo

El Museo de Arte Moderno de Bogotá nace en 1955, cuando el Ministro de Educación Aurelio Caicedo Ayerbe firma su acta de fundación. Sin embargo, fue en 1962 que Marta Traba, historiadora y crítica de arte, consolidó la iniciativa como un espacio para el arte moderno y contemporáneo en Colombia. En sus primeros años, el museo tuvo varias sedes: inició actividades en un local del centro de Bogotá, luego se trasladó a la Universidad Nacional con apoyo del rector José Félix Patiño, pasó por una sede provisional en el Edificio Bavaria, y también ocupó un espacio en el Planetario Distrital, donde se realizaron exposiciones internacionales como la de Auguste Rodin en 1971.

Imagenes tomadas de: “HISTORIA MAMBO 1962- HOY”

Finalmente, el museo se estableció en un edificio diseñado por Rogelio Salmona, inaugurado en 1979 y concluido en 1985. Esta obra es un emblema de la arquitectura moderna colombiana. Salmona empleó el ladrillo, la luz y el recorrido espacial para construir un museo que no solo expone arte, sino que se convierte él mismo en una experiencia arquitectónica. Ubicado en el centro cultural e histórico de Bogotá, el MAMBO articula sus espacios mediante patios, terrazas y rampas, invitando a un recorrido fluido e inmersivo.

Imagen tomada de: MAMBO- Sala Carlos Rojas

MAMU: Un Epicentro Contemporáneo

El Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), antes Museo de Arte del Banco de la República, es un actor central en el panorama artístico contemporáneo. Su edificio, diseñado por Enrique Triana Uribe e inaugurado en 2004, recibió el Premio Nacional de Arquitectura en 2006.

El MAMU se ubica en el barrio La Candelaria, como parte de la Manzana Cultural del Banco de la República, junto con el Museo Botero, la Biblioteca Luis Ángel Arango y la Casa de la Moneda. Su arquitectura moderna dialoga con el contexto histórico, y sus salas están organizadas para integrar exposiciones permanentes y temporales con fluidez. Es un espacio que apuesta por la innovación curatorial y que ha acogido obras de artistas nacionales e internacionales en diálogo con el arte colombiano.

Recorrer estos museos es recorrer Bogotá misma. Cada edificio, con su historia y su arquitectura, representa una etapa en la transformación cultural de la ciudad. Desde la severidad penitenciaria del Museo Nacional, hasta la fluidez moderna del MAMBO, la contemporaneidad del MAMU y el esplendor barroco del Museo Santa Clara, estos espacios son más que contenedores de arte: son testigos materiales de nuestra historia.

La arquitectura de estos museos nos invita a ver más allá de sus exposiciones. Nos habla de tensiones entre tradición y modernidad, de resistencia y renovación, y de cómo Bogotá ha construido, en ladrillo, piedra y oro, sus espacios para la memoria y el arte.

Imagen tomada de: Periodico El Nuevo Siglo- Descubra los “Cien tesoros del Museoa de Arte Miguel Urrutia”











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Rogelio Salmona “Todo lo que no es música, cine o literatura es arquitectura”