Feng Shui

Un ejemplo famoso que muestra la importancia que se le da al Feng Shui incluso hoy en día en arquitectura es el caso del Wangjing Soho en Pekín, diseñado por Zaha Hadid Architects. Un artículo afirmó que el mal Feng Shui del edificio había traído mala suerte a sus inquilinos, lo que terminó en una demanda por que decayó las ventas del edificio. La empresa autora del artículo fue condenada a pagar 200.000 yuanes a SOHO China como compensación.

Feng (viento) Shui (agua) significa literalmente "el camino del viento y el agua". Se originó en China hace casi 6.000 años, y desde entonces se ha convertido en un arte que trata de organizar edificios, objetos y espacios para lograr armonía y equilibrio para atraer prosperidad y armonía a nuestras vidas.

Todo empieza con el Taoísmo, una religión y filosofía de vida que nació en China durante la dinastía Tang. El Taoísmo habla de vivir en armonía con el universo, se trata de no interferir con el curso natural de las cosas, siempre hacer lo que fluye de manera natural y seguir la corriente según el Tao, una fuerza que atraviesa todo, une las cosas y las libera.

Dentro de esta visión, el chi es la energía que está presente en todo el universo y que lo guía. El chi está compuesto por el yin y el yang: dos fuerzas opuestas pero complementarias —como luz y oscuridad, calor y frío, femenino y masculino— que trabajan juntas para formar un todo. El taoísmo enseña que todo en el universo está conectado y que nada tiene sentido por sí solo; por eso, si logramos equilibrar el yin y el yang, mejoramos el flujo del chi en nuestra vida.

Aquí es donde entra el Feng Shui: un antiguo arte de la disposición espacial, no debe entenderse como una superstición, es una herramienta para equilibrar esas energías y que el chi fluya con facilidad. Básicamente, se trata de acomodar muebles, decoraciones, edificios y hasta ciudades de una manera que ayude al chi a fluir mejor y así mismo la vida de quien habita esos espacios. 

La primera vez que aparece el término "Feng Shui" es en el libro clásico The Book of the Burials de Guo Pu (276–324 d.C.). De hecho, algunas de las primeras aplicaciones del Feng Shui fueron en la ubicación de tumbas antiguas chinas, que habla sobre hacia dónde orientar Los mandarines bajo la dinastía Nguyen prestaban especial atención a la topografía de la región —ríos, montañas, lagos y arroyos— y elegían cuidadosamente emplazamientos que cumplieran con todos los principios del Feng Shui.

Un concepto clave dentro del Feng Shui es el sistema de los Cinco Elementos: Madera (木 ), Fuego (火 huǒ), Tierra (土 ), Metal (金 jīn) y Agua (水 shuǐ). Estos elementos describen las interacciones y relaciones entre todo lo que existe. 

La manera más fácil de cambiar el Feng Shui de un espacio es agregando o moviendo alguno de estos cinco elementos. Todo material puede clasificarse dentro de uno de ellos, y combinarlos, mezclarlos o quitarlos puede mejorar rápidamente el flujo del chi en un lugar.

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